“Lo que un hombre es en sí mismo, lo que le acompaña en la soledad y lo que nadie puede darle ni quitarle, es indudablemente más esencial para él que todo lo que puede poseer o lo que puede ser a los ojos de los demás.” (Arthur Schopenhauer)

Roll the Dice - Bukowski

if you’re going to try, go all the
way.
otherwise, don’t even start.

if you’re going to try, go all the
way.
this could mean losing girlfriends,
wives, relatives, jobs and
maybe your mind.

go all the way.
it could mean not eating for 3 or 4 days.
it could mean freezing on a
park bench.
it could mean jail,
it could mean derision,
mockery,
isolation.
isolation is the gift,
all the others are a test of your
endurance, of
how much you really want to
do it.
and you’ll do it
despite rejection and the
worst odds
and it will be better than
anything else
you can imagine.

if you’re going to try,
go all the way.
there is no other feeling like
that.
you will be alone with the gods
and the nights will flame with
fire.

do it, do it, do it.
do it.

all the way
all the way.

you will ride life straight to
perfect laughter,it’s
the only good fight
there is.

                         
Charles Bukowski

Aristóteles y mi abuelo


Decía mi abuelo Tano que quien critica a la juventud solo puede ser por dos motivos: o por envidia, les carcome la idea de que alguien posea lo que ellos perdieron para siempre; o por el remordimiento de no haber tenido el coraje de disfrutar con total libertad de la suya. Tenía mi abuelo la idea de que la juventud tiene, tuvo y tendrá, independientemente de la época, exactos vicios y virtudes.
Aristóteles en el siglo cuarto antes de Cristo escribió el siguiente texto:
  “Los jóvenes están llenos de ardientes deseos y son capaces de realizarlos. Pero son volubles y prontos a hastiarse; desean ardientemente, y se fatigan enseguida; sus caprichos son vivos más bien que fuertes y duraderos, como el hambre y la sed de un enfermo. Son naturalmente irascibles, violentos; no saben dominar sus impulsos.
Cegados por la fuerza de sus sentimientos y por el amor propio, no pueden soportar el desprecio, ni sufrir una injusticia.
Son ambiciosos; pero sobre todo aman, el éxito, porque quieren, por encima de todo, ser los primeros, y que el triunfo asegure su superioridad.
Honores y victorias les parecen preferibles al dinero, que no aprecian mucho por no haber conocido todavía su necesidad.
Son más buenos que malvados, por no haber conocido el mal; confiados, porque no han sido engañados; llenos de esperanza, porque su sangre juvenil, los anima como un vino generoso, y también por no haber sufrido varias decepciones.
Viven, sobre todo, de la esperanza, porque la esperanza tiene ante sí el porvenir y no el pasado que jamás volverá.
Para los jóvenes el porvenir es largo y el pasado corto, porque en la primavera de la vida no hay recuerdos, pero se tiene derecho a todas las esperanzas.”
Retórica II, cap 12 - Aristóteles
Está escrito por Aristóteles, pero  podría estar firmado por cualquier Orientador de Instituto de este país, o de cualquier otro. A pesar de lo mucho que, según dicen algunos, han cambiado los jóvenes, los únicos que hemos cambiado, me temo, somos todos aquellos que hemos dejado de serlo.

Contracción de Lorentz



Me acuerdo cuando nos parecía enorme aquella cama de noventa. Hoy, varios años después, a duras penas encontramos sitio en la King Size de nuestro cuarto. Estoy seguro de que Lorentz tiene razón y se trata solo de una cuestión de velocidades.


Versos y madera


Turista perezoso



Tengo mi casa llena de mapas. Subrayo en ellos los nombres de los lugares que me gustaría visitar; uno mediante líneas de colores varios de esos lugares formando lo que serán las diferentes rutas de otros tantos diferentes viajes que pretendo realizar. Sobre decenas de planos callejeros he marcado con rotulador rojo los mejores itinerarios que permiten conocer, en el escaso tiempo que dura un viaje, la ciudad. Guardo, para cada itinerario y por orden de visita, fichas-resumen de cada uno de los lugares de interés que esa ciudad esconde (bares, restaurantes, terrazas y cervecerías van en ficha aparte).

Sin embargo, cuando todo está preparado, cuando ya no hay más que ponerse en camino, ese invento del demonio llamado sofá se apodera de mí y de mi voluntad dejándome paralizado, susurrándome al oido mil excusas y razones con las que considerar normal que mientras mis estanterías se llenan de guias, mi pasaporte permanezca aún en blanco.

...y al prójimo como a ti mismo




No me quiero, a veces me detesto. Me miento, me culpo, me desprecio… Soy mi peor enemigo. Pero estad tranquilos, no tengo entre mis planes ganarme el cielo.