Genio y figura...

Año 1478. Los Buonarroti, Ludivico y Francesca, en su residencia de Caprese contemplan horrorizados el resultado de la última ocurrencia de su pequeño retoño de tres años:

-          ¡¡Michelangelo!!, ¡¡Por el amor de Dios!!, ¡¡ Cuántas veces tedremos que decirte que no se pinta en las paredes!!
 
 

3 comentarios:

  1. Tienes que empezar a darle a mi sobrino ceras de colores y ver como va dejándote las paredes.
    ¡Libertad artística!.

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    1. Sabio consejo, teniendo en cuenta que eres su tio. Pero en este caso, como soy el padre de la criatura, le he guardado las ceras de colores en el tercer estante, por si acaso.

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  2. Es una pena que los mayores nos pongamos tantos límites. Un papel es un limite abarcable, un lienzo en blanco puede ser una desesperación, pero un techo o una pared es un infinito muy atractivo a la imaginación. No hay que ponerle límites a la creatividad y al descubrimiento.

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