El mapa del tesoro



Uno de mis antepasados, Lupiciano García García, marinero en el El Defensor de Pedro, bergantín capitaneado por el sanguinario Benito Soto Aboal, que se salvó de la horca en Cádiz al haberse quedado dormido, totalmente borracho, en un burdel de La Coruña, fue su primer propietario. El documento ha pasado de primogénito a primogénito, de generación en generación, convirtiéndose así en nuestro más antiguo legado familiar: un viejo y amarillento papel con un extraño lugar cartografiado en él, algunos emplazamientos destacados, una larga linea discontinua, al final de la línea una cruz y al lado de la cruz una leyenda “Hallarás aquí lo más preciado”.

Después de mucha búsqueda infructuosa mi tatarabuelo descubrió que el lugar indicado se hallaba en la provincia de León, mi bisabuelo el lugar exacto, un pueblo muy pequeño que no llegó nunca ni a la categoría de aldea, hoy totalmente abandonado; mi abuelo pudo demostrar que Lupiciano era oriundo de dicho pueblo, mi padre compro la casa y las fincas colindantes y yo no he dejado allí piedra sobre piedra. Lo que antes eran los restos de una casa con su corral, su huerto y un par de pequeñas fincas es hoy un inmenso socavón de 100x50 y 20 metros de profundidad.

Cegado por el oro no tuve en cuenta que el bueno de Lupiciano tendría muchas virtudes pero su natural inclinación por el vino, el juego y las mujeres hacían imposible que el ahorro fuese precisamente una de ellas. Algo me hace sospechar, 20 metros de profundidad después, que el Tesoro de Lupiciano no era algo que había que encontrar, sino algo que había que mantener, algo que no había que perder. Pero me dí cuenta tarde y un inmenso y profundo agujero quedará allí para siempre como recuerdo imperecedero del más trágico de los olvidos.



2 comentarios:

  1. Ya decía yo que tenía por amigo a un terrateniente con escudo tallado en la fachada de su hacienda, con título nobliario en su bilioteca.

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  2. Terratenientes?, escudo?, hacienda?, título mobiliario? Lupiciano era un pirata, un malandrin, un vividor,... y tras él lo único que hemos hecho sus descendientes ha sido dejenerar , así que imagínate. Disimulamos un poco intentando aparentar ser "gente de orden" pero nada más.

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