Un
equipo multidisciplinar formado por matemáticos, físicos y teólogos
han podido demostrar que, al contrario de lo que se piensa
habitualmente, el Infierno se encuentra a temperatura ambiente. Haciendo uso de la física, en concreto de las leyes de equilibrio térmico y de la ecuación de Stefan-Boltzman, la
resolución de complejos sistemas de ecuaciones diferenciales de
varias variables, la utilización de los más complejos y modernos sistemas de cálculo
computacional, además del análisis e interpretación de antiguos y
ocultos textos hallados en varios monasterios
dispersos por toda Europa, los expertos han terminado por demostrar
analíticamente lo que muchos ya suponían de forma únicamente
empírica, dando así la razón a quienes habiendo estado cerca
de él no han experimentado sensación térmica ninguna.
Muy bueno, buenísimo, me trae a la memoria una frase de P.B. AUGIER que utilizo un amigo mío en la invitación a su primera Misa:
ResponderEliminar"En todo, sumisión al fin.
El fin es siempre Dios: en quien
hay que creer, a quien hay que amar,
en quien hay que esperar, a quien hay que instalar en el mundo."
Este mundo-infierno del que tu hablas, ojalá nos molestáramos más en construir ese mundo-paraíso y no en destruirlo. Si le das la vuelta, qué fácil sería que el cielo también estuviera a temperatura ambiente, y no sólo eso, sino al alcance de todos a pie de calle.
Besos
La ciencia lo explica todo pero tarde. Para cuando sepa como salvar la tierra ya seremos pasto de las cucarachas.
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