Haciendo oidos sordos a las recomendaciones de su padre, Darío aprovecha cualquier mínimo despiste de su progenitor para, en un acto de piedad y misericordia, dar de beber al sediento: "Haxe calor papá, tenen sed" . Y con cada acto de buena fe cinco o seis hormigas agonizan en un charco. Trato de hacerle entender que eso no puede hacerlo. Él me mira horrorizado... como si yo fuese el más terrible y despiadado de los monstruos.
Es así como la naturaleza se desarrolla. Ensayo error.
ResponderEliminarO nadais o os ahogais hormiguinas.