Tienes un trabajo de
mierda, un horario incompatible con la vida, cobras una puta miseria por hacer
algo que no te gusta,… y resulta que nada, absolutamente nada de
eso, tiene que ver con tu felicidad. Todo parece indicar que el verdadero
problema es que no tienes la actitud correcta. Al parecer, el único responsable eres
sencillamente tú; no puedes culpar a nadie de no haber sabido generar una perspectiva
emocionalmente adecuada desde la que contemplar tu vida bajo un punto de vista que permita aumentar tu autoestima y estimular
tu crecimiento interior, herramientas con las cuales afrontar con
optimismo y afán de superación los retos que la vida te plantea.
Yo la
verdad prefería
el método antiguo, por inútil que sea: echarle la culpa al jefe y cagarme en
todos sus muertos.
jaja así mejor, genio y figura hasta la sepultura.
ResponderEliminarQue ironía. Al final va a ser culpa nuestra todo lo que nos pasa.
ResponderEliminarFirma: Botín