Llevo exactamente tres días sin fumar.
Como tengo mucho tiempo libre, paso mucho tiempo solo y mi voluntad es débil, las posibilidades de recaída son altísimas. Trato de evitarlo manteniendo mi cabeza constantemente ocupada: estoy calculando a mano todos los números primos menores de 10.000 utilizando el método de la Criba de Eratóstenes, me he comprado un diccionario con el que tengo la intención de traducir al castellano la obra de Yasunari Kawabata y esta misma mañana, he estado buscando en internet toda la información necesaria que me ayude a comprender el enunciado de la Hipótesis de Riemann para sentarme ya en serio a atacar su demostración para el martes o el miércoles de la próxima semana.
Creo que lo llevo bien, pero cómo me verán, que hoy un buen amigo, en un gesto de suprema misericordia y con lágrimas en los ojos, me ha ofrecido a escondidas un cigarro temiendo que estuviera perdiendo la cabeza.
CRUJIDOS - NACHO VEGAS
Menudo amigo.
ResponderEliminarAguanta Nacho.
Gracias por los ánimos.
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