Es una idea que me ha
estado rondando la cabeza desde hace unos días. Ya he tomado la decisión. Voy a
inventarme otra vida.
No es que la mía no me
guste, no… me gusta y mucho. No me puedo quejar de nada, todo me va
relativamente bien y no encuentro (a nivel personal) motivos importantes de
queja. El problema, por llamarlo de algún modo, es que hace unos meses me ha
dado por escribir en un blog, que esta semana me he decidido por fin a usar
Facebook y que tal vez en unos días me abra una cuenta en Twitter. ¿Y dónde
está el problema?. Pues que soy una persona con una vida muy común, muy normal,
de gustos extremadamente sencillos y que
disfruta enormemente no haciendo nada. Temo que mi vida, al menos en estos
círculos, corre el riesgo de ser… poco presentable.
Lo primero que voy a
hacer es contratar a un guionista. Hay gente que contrata a alguien para que
haga las tareas de la casa, cuide a sus hijos, le limpien el coche, atiendan de
sus padres o le pinten la casa. Yo, que tengo todas esas necesidades cubiertas,
he llegado a la conclusión que lo que realmente necesito es un buen guionista. Ni
mi vida ni mi ingenio dan para mucho más y sería de gran ayuda disponer de alguien
que me tenga preparada siempre una buena historia, el mejor comentario, el más
ocurrente, la idea más genial o la más descerebrada y todo ello en el momento
oportuno. Alguien al que poder decir:
“Mándale un privado a Esther, por
favor. Si… esa, la que me dejó tirado como un perro y se largó con el guitarrista de aquél grupo
de rock tan famoso en la ciudad hace quince años. Sí, la misma. Con el tiempo el
guitarrista se convirtió en visitador médico, está todo el santo día
entrajetado y viven en un adosado en lo más pijo del lugar. Pero por favor…
dale al mensaje un toquecito canalla, que se joda y me eche de menos.”
Y lo segundo, un
especialista en diseño gráfico. Dicen que la tele engorda, no lo sé… lo que sí
sé con absoluta certeza, lo que he podido comprobar numerosas veces y es algo
que está fuera de toda duda es que mi cámara de fotos Nikon engorda. Creo que
se ha activado algún programa interno de reconocimiento de rostro y por algún
motivo extraño dicho programa falla; es verme a mí y la cámara se ensaña. Y con
el paso del tiempo la cámara va a peor, últimamente le da por sacarme con menos
pelo del que realmente tengo. Supongo que sea un defecto de fábrica del
software, pues noto el mismo fallo en las cámaras de amigos y familiares. El
caso es que creo no hacer ningún mal si un buen profesional es capaz de
devolver a la fotografía (tampoco pido más) la belleza del original.
Otro asunto importante
que tiene que ver con las fotos son los fondos. Me da uno pereza enorme viajar.
Además, vivo a más de 500km (aproximadamente cinco horas de coche, con niño
seis) de casi todas las personas que realmente me importan y cuando tengo
vacaciones, lo que menos me apetece es poner aún más tierra de por medio. Pero este
hecho tiene como consecuencia que los fondos de mis fotos son un tanto
monótonos. Nacho en casa, Nacho en el parque, Nacho en una comida familiar,
Nacho en…. He pensado que tal vez llamen más la atención un fondo tipo Nacho en
las Pirámides, Nacho en el Gran Cañón, Nacho sosteniendo la Torre de Pisa, o
algo sí. Después de todo el fondo, el decorado, es algo totalmente accesorio y
que no tiene la más mínima importancia.
Estas dos personas se encargarían de gestionar eficazmente todos estos aspectos relacionados con mi e-vida, mientras yo me dedico alegremente a la que siempre ha sido la mía.
Estas dos personas se encargarían de gestionar eficazmente todos estos aspectos relacionados con mi e-vida, mientras yo me dedico alegremente a la que siempre ha sido la mía.
Un par de amigos a los
que les he comentado la idea me han dicho:
“¡Pero Nacho! ¡Qué chifladura es
esa!. ¿De verdad no te das cuenta que es una idea de un cinismo y una
hipocresía que roza lo patológico?¿Pero por el amor de Dios, a quién pretendes
engañar?”
¿Hipocresía? No sé… tal
vez sí. Pero tampoco te creas tú que mucha más de la que suelo utilizar
habitualmente. En cuanto a quién pretendo engañar... obviamente, a mí mismo.
Pues eso, yo por ahí vendiendo humo y resulta que tú tienes otra vida. Vida que por lo que veo sólo es un boceto porque te falta el guionista y el escenógrafo o un director de escena. Pero, ¿no ves que tú eres todo eso y más? ¡Qué suerte poder escribir el guión de nuestra propia vida, aunque sea la otra, sin torceduras ni tachones! No será en ésta, pero quién sabe si en otra...
ResponderEliminarTardaré un poco en ponerme al día, pero me pondré
ResponderEliminarYo tengo un par de fotos tuyas imitando a la maja desnuda de un nivel artístico muy alto para tu "Book" de presentación en sociedad.
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