“¿La
cabeza? ¿La quieres para algo?” Quedé algo perplejo
ante la pregunta. No me conocía de nada, nunca habíamos hablado antes y sin
embargo me había calado nada más verme. Soy despistado, como no me fio de mi
memoria, apunto las cosas en mil papeles que luego nunca sé donde guardo y últimanente noto que lo poco que creía saber se me está olvidando. Casi
avergonzado respondí: “Realmente… para
nada”.
Y de un tajo limpio y certero
una inocente merluza perdia su cabeza.
¡Que bueno!. Lúcido, inteligente, cargado de hironía.
ResponderEliminarVuelves despejado de las vacaciones.
Felipe a la merluza le cortaron la cabeza, yo con tu permiso te corto la h de ironia, es por no cortame la cabeza hironia con h me hizo daño a la vista
EliminarEs que es tan fácil: la cabeza se quita y se deja cargando como se cargan los móviles, la cámara de fotos....
ResponderEliminar¿No tienes cargador?.
Rica entrada.