“Lo que un hombre es en sí mismo, lo que le acompaña en la soledad y lo que nadie puede darle ni quitarle, es indudablemente más esencial para él que todo lo que puede poseer o lo que puede ser a los ojos de los demás.” (Arthur Schopenhauer)

Eterna espera

Soy Vladimir. Soy Estragón. He pasado media vida al borde de la carretera esperando a un tal Godot que nunca llega. Y mientras tanto, todo parece absurdo.

Soy Giovanni Drogo. He pasado media vida encerrado en la fortaleza Bastiani esperando, en el desierto, la llegada de los Tártaros. Y mientras tanto, el tiempo pasa.

Posiblemente lleguen, tanto Godot como los Tártaros, pero todo lo que queda atrás después de esta larga espera será sencillamente irrecuperable. Y todo seguirá siendo igual de absurdo y el tiempo seguirá pasando.

3 comentarios:

  1. El tiempo no existe. Solo la percepción estúpida de acotarlo.

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  2. "El desierto de los Tártaros" es una de las novelas que más me ha impactado y de Beckett que decir… todos tenemos algo de personajes de Beckett.

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