“Lo que un hombre es en sí mismo, lo que le acompaña en la soledad y lo que nadie puede darle ni quitarle, es indudablemente más esencial para él que todo lo que puede poseer o lo que puede ser a los ojos de los demás.” (Arthur Schopenhauer)

La línea de Kármán

Estaba merendando, se terminó la fruta, el yoghourt, cogió el vaso de zumo, bebió hasta la mitad y girando el brazo en dirección contraria a la mesa abrió la mano y... ¡Crash!. El vaso, roto en mil pedazos, y los restos del zumo se esparcieron por el suelo de la cocina. Giró su cabeza, me miro extrañado y como quien no comprende nada dijo: "¿Papá, qué pazó?". En ese momento sólo acerté a decir:
 
 
¡QUÉ VA A PASAR... SOLTASTE EL VASO
 Y SE CAYÓ, NO LO VES!
 
Me arrepentí de lo que dije nada más acabar la frase.  Pero bueno... En mi defensa alegaré que no era cuestión de explicarle el concepto de gravedad, la Ley de la Gravitación Universal tal y como fue presentada por Isaac Newton en su libro Philosophia Naturalis Principia Mathematica o hablarle de la interpretación que de este fenómeno hace Einstein en su Teoría de la Relatividad General donde la atracción gravitacional es el efecto producido por la deformación que la materia hace en ese artificio matemático llamado Espacio-Tiempo y en el cual se desarrollan todos los eventos físicos del Universo.

Espero que no rompa más vasos... pero ojalá no deje nunca de cuestionar lo evidente.  Pocas veces la relación causa-efecto es la aparente y para llegar a la verdad casi siempre hay que saltar la barrera de lo obvio. Nuestra experiencia nos muestra únicamente una parte muy pequeña de la verdad. Hay que saber que siempre hay una línea de Kármán, tras la cual, todo puede cambiar y donde, por extraño que parezca, los vasos no se caen cuando los sueltas.
 


3 comentarios:

  1. Nacho, eres genial. Una simple acción del niño te ha servido para dar una conferencia sobre Newton y Einstein, que ya no sé si ellos serían los genios...
    Un beso.
    M. Nieves.

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  2. Si, soberbio, pero genial es el chiquillo que ya apunta madera de genio. Un beso

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  3. Los padres somos muy dados a ver extraordinario lo que tal vez sea una simple tomadura de pelo, pero bueno... Me divierte un montón ver cómo contempla asombrado lo que a mí, por cotodiano, se me ha vuelto invisible: que las nuves se muevan, las sombras en el suelo, que salga agua del grifo del bidé,.... Su mirada está haciendo que yo vuelva a descubrir el mundo otra vez.

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