16 - SABER CON RECTA INTENCIÓN
Asegura
fecundidad de acierto. Monstruosa violencia fue siempre un buen
entendimiento casado con una mala voluntad. La intención malévola
es un veneno de las perfecciones y, ayudada del saber, malea con mayor
sutileza:¡infeliz eminencia la que se emplea en ruindad! Ciencia sin
seso, locura doble.
18 -
APLICACIÓN Y MINERVA.
No hay
eminencia sin entrambas, y si concurren, exceso. Más consigue una
medianía con aplicación que una superioridad sin ella. Cómprase la
reputación a precio de trabajo; poco vale lo que poco cuesta. Aun
para los primeros empleos se deseó en algunos la aplicación: raras
veces desmiente al genio. No ser eminente en el empleo vulgar por
querer ser mediano en el sublime, excusa tiene de generosidad; pero
contentarse con ser mediano en el último, pudiendo ser excelente en
el primero, no la tiene. Requiérense, pues, naturaleza y arte, y
sella la aplicación.
80 –
ATENCIÓN AL INFORMARSE.
Vívese
lo más de información. Es lo menos lo que vemos; vivimos de fe
ajena. Es el oído la puerta segunda de la verdad y principal de la
mentira. La verdad ordinariamente se ve, extravagantemente se oye;
raras veces llega en su elemento puro, y menos cuando viene de lejos;
siempre trae algo de mixta, de los efectos por donde pasa; tiñe de
sus colores la pasión cuanto toca, ya odiosa, ya favorable. Tira
siempre a impresionar: gran cuenta con quien alaba, mayor con quien
vitupera. Es menester toda la atención en este punto para descubrir
la intención en el que tercia, conociendo de antemano de qué pie se
movió. Sea la refleja contraste de lo falto y de lo falso.
“Oráculo
manual y arte de prudencia” de Baltasar Gracián
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